METODO DE CONSERVACION

 Método de conservación

Los productos para hacer harina de maíz  han de mantenerse frescos varios días, incluso varias semanas quieren de un tratamiento diferente con cambios en el proceso de elaboración. Durante un tiempo prolongado estos productos experimentan cambios físico-químicos que modifican su calidad. Influyen en estos cambios la composición química, el contenido de agua, la acidez y la temperatura ambiente.  

Guardamos la harina de maíz en un lugar fresco, seco y oscuro.

Evitamos guardar los paquetes de harina en un lugar próximo a electrodomésticos que generan calor como estufas y hornos. Tampoco los coloques cerca de fuentes de líquido o humedad.

Usamos una cuchara limpia y seca cada vez que retires harina del recipiente y asegúrate de cerrarlo correctamente.

Colocamos la harina de maíz en un recipiente o en bolsas plásticas con cierre hermético.

Antes de cerrar el recipiente, nos aseguramos de que la harina tenga buen color, aroma y apariencia. Es decir que no tenga olor a rancio, no esté amarillenta ni se formen grumos.

Colocamos una etiqueta con fecha de caducidad, usamos un marcador con tinta permanente para evitar que el dato desaparezca.

No colocamos la harina cerca de alimentos con olor penetrante como cebollas o embutidos.

Al sacar la harina del congelador, colocamos en otro recipiente hermético a temperatura ambiente.

Verificamos que su olor sea fresco y no haya cambiado de color para asegurarte de su buen estado antes de usarla en preparaciones.

Pon siempre una etiqueta con la fecha máxima de vida útil indicada, para que no olvides por cuánto tiempo puedes usarla.

Este método de conservación es recomendado cuando compras varios paquetes de harina de maíz o si vives en un lugar muy caluroso.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

VIDEO